Los más viejos del lugar, recordarán los famosos Planes de Dinamización y Excelencia Turística lanzados hace veinte años!!!, para destinos maduros y emergentes de nuestro país.

Estos planes supusieron todo un revulsivo para los destinos turísticos, y crearon las bases de un turismo dinámico, competitivo y profesionalizado. Ha pasado demasiado tiempo hasta que una herramienta similar ha sido aprobada por el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas, pero más vale tarde que nunca. Se trata de una necesidad perentoria, una emergencia nacional, para afrontar los cambios que la industria turística necesitaba antes del COVID 19 y que ahora se acentúan de manera dramática.

En este caso, los Planes cambian de nombre y pasan a llamarse de Sostenibilidad y se trata de un programa incluido en el Plan de Impulso del Sector Turístico Post COVID-19, que tiene por objetivo ayudar a los gestores de los destinos para que pueden hacer frente a la caída de la demanda por la crisis sanitaria.

Los Planes de Sostenibilidad contemplan dos líneas distintas: una dirigida a destinos pioneros, con necesidades concretas de renovación y reposicionamiento, y otra a destinos ubicados en áreas rurales y de interior, para la creación de producto a partir de sus riquezas y singularidades con los que dinamizar estas zonas y luchar contra la despoblación.

Creemos que es una muy buena noticia para los destinos y que es necesario pensar en profundidad cómo abordar el reposicionamiento estratégico de ciudades y territorios. Son muchos los cambios que se han producido en la demanda, muchos los destinos que han envejecido o caído en la atonía; se impone una reflexión estratégica profunda y dialogada con todos los agentes implicados, y dotar de contenido a la palabra sostenibilidad.