Con motivo de las sesiones formativas y talleres de trabajo del proyecto europeo  BACH-Erasmus en el que hemos estado involucrados, hemos tenido la oportunidad de viajar a Atenas y visitar la Acrópolis, el que posiblemente sea uno de los iconos patrimoniales  mundiales y meca del turismo cultural. Una visita a primeros de julio en un horario infernal en el que caía fuego sobre Atenas, y donde nos encontramos un lugar atestado de visitantes.

Imposible dejarse atrapar por todo el magnetismo que el recinto contiene, y por las vibraciones que las piedras  ( y que piedras!!) transmiten cuando se puede tener una relación más íntima y sosegada con el patrimonio.

En la pre-pandemia ya existían días de 30.000 y hasta 50.000 turistas en la Acrópolis. La post-pandemia va por el mismo camino.

La sensación es que no existe análisis alguno de capacidad de carga o de gestión de los flujos de visitantes,  y si lo hay, no se han adoptado medidas efectivas. Y eso que llevamos más de veinte años hablando de estos temas en toda Europa.

¿Recordáis cuando en lo peor de la crisis sanitaria  presos del pánico y esperanzados por un futuro mejor asegurábamos que el turismo masivo daría inevitablemente paso a un turismo más sensato y mejor gestionado?. Por lo que estamos comprobando, la Acrópolis es solo un ejemplo de lo que este verano de recuperación ha traído a todo el turismo en general y al cultural en particular.

Es inevitable que los iconos culturales, sigan siendo núcleos de atracción de turistas, pero es inaceptable que nada cambie. El aprendizaje de décadas de gestión del turismo cultural necesita concretarse en acciones específicas que muestren a Europa como espacio identitario capaz de defender y preservar las bases de su cultura.

Teniendo la espada de Damocles energética y bélica sobre su cabeza, con una recesión en ciernes y una posición desdibujada en el contexto internacional no parece que Europa vaya a preocuparse demasiado por estos temas. Lo cual no significa que aunque pueda resultar ingenuo sigamos insistiendo en ellos.